viernes, 29 de octubre de 2010

Contiguos



La nínfula zombi y el viejo sonámbulo se enamoraron.

Imagen: Federico León de la Vega (Noche estrellada en Puerto Escondido)

19 comentarios:

Maite dijo...

En el amor no importa...la edad!! :-D
Un abrazo, Herman.

Anónimo dijo...

Qué preciosa esa noche estrellada que ciega los corazones.
Besos

Marcos Callau dijo...

Qué bonita imagen y qué bien acompañada por ese misterioso y mágico texto.

chanománino dijo...

Ambos esdrújulos... interesante.

Jesús Garrido dijo...

en efecto, esa imagen es brillante,más que la propia noche estrellada

Miguel Baquero dijo...

Aparte del tema, mha gustado mucho esa cacofonía, ese ritmo interno zombi sonmabulo

Ricardo Miñana dijo...

Hay que ver las cosas que hace el amor.
un placer pasar por tu casa.
Que disfrutes la noche de haloween.
un abrazo.

Francesc Cornadó dijo...

Y se miraron a los ojos y se durmieron.
Se trata del amor nocturno, el sonámbulo que anda dormido y el zombi que anda muerto.

Salud

Francesc Cornadó

R.A. dijo...

Muy lírica esta pulga, muy bella la imagen también.

Gracias por informarme sobre tu futuro-cercano libro.

Javier Puche dijo...

Maite, no importa la edad en el amor, máxime si los enamorados carecen por completo de conciencia. Otro abrazo para ti.

Mita, Cupido debería ir al oftalmólogo urgentemente.

Marcos, gracias. Explorando la red, encontré al azar esa noche estrellada. O quizá fue ella la que me encontró a mí. Cualquiera sabe.

VDA, tienen suerte esos dos de ser esdrújulos. Pero yo prefiero a la gente llana y aguda.

Javier Puche dijo...

Jesús, gracias por venir y dejar tu sutil huella en esta playa azul.

Miguel, me agrada que repares en la intencionada cacofonía (nínfula zombi/viejo sonámbulo). Una cacofonía casi eufónica, que acaba por diluirse (se enamoraron). Un abrazo.

Ricardo, gracias por tu visita y tus buenos deseos. Por fortuna, Halloween quedó atrás, como todo.

Francesc, en efecto. Tu paráfrasis es certera. La cosa va del amor inconsciente, digamos. Y de los amantes contiguos. Un abrazo.

R.A., gracias a ti. Siempre es un placer tu visita.

Francisco Ortiz dijo...

Qué sugerente. Dice tanto con tan poco. Va camino de ser un clásico, ya verás.

Raúl dijo...

Qué musicalidad.

Olga Cánovas Galindo dijo...

Todo es posible...
Saludos Herman

Javier Puche dijo...

Francisco, siempre me alegran tus comentarios, hiperbólicos y alentadores. Un gran abrazo.

Raúl, me encantaría que hubiera algo de música en lo que escribo. Gracias, colega.

Olga, todo es posible, incluso el amor. Celebro tu visita.

BB dijo...

Una nínfula y un sonámbulo... era de esperarse esa romántica unión de dos seres esdrújulos bajo un cielo estrellado.

Gemma dijo...

Lo inmaterial es siempre el verdadero pegamento. Me encantan todos y cada uno de tus nanorrelatos.
Un beso

Elena Casero dijo...

El amor no tiene edad ni los deseos tampoco.

Y a mí me ha gustado la sonoridad de tu relato.

Javier Puche dijo...

BB, añoraba tus comentarios. Un placer que regreses.

Gemma, sin lo inmaterial nos quedaríamos en nada. Cuánto me alegra lo que dices. Otro beso.

Elena, uno siempre aspira -en vano- a componer melodías verbales. Gracias.