Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolio y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.
Luis Mateo Díez
18 comentarios:
Una genialidad brevísima. Doble mérito.
Copio extracto de un desus obras;
MI hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en su interior. "Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje".
"El Pozo" 1993.
Soberbio, ¿no?
Qué bueno...
Excelente. Para qué más palabras en este sucumbir irremediable.
besos
musa
Me ocurre algo curioso con este autor: ya conocía el micro que has rescatado (magnífico, por cierto), también el que ha copiado Raúl y algún otro, leídos en diversas recopilaciones de microrrelatos; y esas lecturas me han convencido de la calidad del autor.
Sin embargo, tengo la impresión de que nunca leeré un libro suyo. Hay tanto por leer que uno no tiene más remedio que descartar, aun a riesgo de salir perdiendo en el descarte.
Es un buen microrrelato. No le vendría mal una segunda parte, en la que se mostrara el acecho de la muerte natural y una carta infinita.
Gracias por el texto, Raúl. Muy contundente.
Tú lo has dicho, Musa. Para qué más palabras en este sucumbir irremediable.
Cierto, Viajero, hay mucho por leer y escaso tiempo disponible. Una circunstancia sin duda angustiosa. Si algún día te animas con Mateo Díez, te recomiendo "Los males menores", una recopilación de excelentes microrrelatos.
Gracias, Gilda, Fusa y Recaredo, por vuestros comentarios. Abrazos para todos.
Joder! Gran texto! Son pocas palabras, pero dicen y transmiten tanto... Gran descubrimiento el de tu blog. Enhorabuena.
El de "El pozo" me parece incluso mejor. Enhorabuena por el blog.
Estupendo. Me parece un muy buen relato. Se prolonga (y de qué manera) en la cabeza, ¿verdad?
Un saludo.
Me pasa igual que al Viajero, no me he planteado leer novelas de LMD, pero lo de los micros es otra cosa. Ya había leído por ahí que los suyos están muy bien, y me ha picado la curiosidad. Gracias por la muestra.
Lo de los microrrelatos es increíble. Decir tanto con tan pocas palabras es algo que sólo algunos escritores saben hacer. Y en este sentido Mateo Díez es uno de los mejores.
Un saludo
Buenísimo! La brevedad, en la escrituras, es un reto fascinante.
Me gusta tu blog. : )
Una maravilla, no es fácil sorprender en tan breve.
feliz cambio de dígito, pues, y no tan alarmante, por dios, CHAVALLLLL, jejeje, Celebro la existencia, sí, con todas las fuerzas que me nacen.
Un besazo
Lau
No me extraña que lleve tanto tiempo preguntándose esas razones, si estar vivo es algo más que no estar muerto, ese "zombi" en la oficina quizá se pregunte a diario cuándo fue el momento en que dejó verdaderamentede existir
Saludos
Merce
Me recuerda al largo y penoso descenso de un suicida, que incapaz de arrojarse desde la azotea de un rascacielos, se dispone a bajar los escalones de uno en uno, con la esperanza de que al llegar abajo pueda encontrar su cadaver en la acera.
Un buen micro, sí señor.
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