viernes, 8 de febrero de 2008

Cortesía



Soñé que el ciervo ileso pedía perdón al cazador frustrado.

Nemer Ibn El Barud

12 comentarios:

inespoe@gmail.com dijo...

Extraordinaria imagen, me gusta también tu blog. Que la pases siempre bien.

Castigadora dijo...

Eso es pasarse con la cortesía no?

Saludos!

Carlos Frontera dijo...

Después de leer esta entrada, tengo la sensación de que, en lugar de titularse "Cortesía", debería llamarse "Mofa".
Algo parecido hacíamos de pequeños cuando, jugando de portero, deteníamos todos los disparos del delantero, y aquello poco tenía que ver con la cortesía.
Saludos, Herman.

Javier Puche dijo...

Aunque parece inofensiva, me inquieta levemente que una tarántula se pasee por aquí. Quizá deba capturarla. Pondré un plato con leche y galletas junto a la puerta.

Entiendo, Castigadora, que tanta cortesía te parezca exagerada, dado tu nombre. El ciervo dice que trates de disculparlo por su educación.

Es una forma de verlo, Viajero. Yo prefiero pensar que en la actitud del ciervo no existe malicia alguna, y que su cortesía preludia una hermosa amistad con el cazador. Gracias por visitarme.

Magda Díaz Morales dijo...

Antes que nada, muchas gracias por el enlace. Hace días que quería pasar a agradecértelo y a saludarte, pero el tiempo que siempre anda adelante de mi, me corretea.

Una frase muy bella, una belleza que está en la antítesis que significa. El ciervo, supuestamente, debería de ser el que recibe el perdón por el intento de asesinato del cazador. ¿Una metáfora de la nobleza?

Gemma dijo...

Pero aunque, como bien apuntas, Herman, esté en la fina educación del ciervo pedir disculpas, mucho me temo que la naturaleza del cazador, frustrado para más inri, sea menos compasiva... De ahí (supongo) que siga siendo un sueño.

Un abrazo.

Olga Cánovas Galindo dijo...

Un bonito sueño, pero la realidad es otra y quien debería pedir perdón al ciervo es el cazardor por querer privarlo de su libertad.
Un beso

Arcángel Mirón dijo...

Así comienza la nobleza.

(Nobleza como virtud, no como estrato social).

Javier Puche dijo...

Gracias a ti, Magda, por tu visita y por tu deleitable blog, que frecuento silenciosamente.

Coincido, Mega, con tu paráfrasis. Todo cazador constituye siempre una amenaza para su presa, por educada que ésta sea. Sólo en el ámbito onírico puede el ciervo estar a salvo.

Me ha gustado, Espectadora, que identifiques la libertad con la vida. Supongo que tras la muerte, nuestra capacidad de acción se verá considerablemente limitada. Quizá ni siquiera podamos soñar.
Un beso.

Y otro para ti, Arcángel de la guarda.

malditas musas dijo...

Por suerte existen estos ciervos que contagian ética.

;)
abrazos
musa

Elena dijo...

Qué frase tan corta y tan significativa. La he leído unas cuantas veces y sigo dándole vueltas...

Un saludo

Administrador dijo...

Me parece estupenda, menos es más, y la imagen que has elegido no puede ser más acertada. Enhorabuena.