sábado, 29 de diciembre de 2007

Los inéditos del síndrome

Quien desee curiosear un poco acerca del responsable de esta bitácora con vistas al mar, y leer alguno de sus lacónicos cuentos, puede deslizarse por la siguiente ranura:

http://losineditosdelsindrome.blogspot.com/2007/12/javier-puche.html

Mi gratitud, Miguel Ángel, por tu impar gentileza.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Herman, deja usted las teclas del portátil ensangrentadas cual pandero de verdiales. Se ve que por su alma, despacio, van desfilando sin tambores ni música las largas comitivas fúnebres del horror simpático.Desde un café cercano, le saludo.

Javier Puche dijo...

Bajo tan rocambolesco camuflaje, detecto cierto aroma familiar. Que me aspen si no hemos compartido juntos una infancia imaginaria. Espero que me sigas visitando, ya sea con máscara o sin ella.

Arcángel Mirón dijo...

Qué bueno es verte difundido.

:)

Javier Puche dijo...

Para quienes somos de naturaleza introvertida, la difusión genera sensaciones contradictorias. Pero en ese caos interior, siempre predomina la gratitud y el íntimo anhelo de complacer.