jueves, 9 de octubre de 2008

La incertidumbre



Dedicado a Javier Tomeo

En medio del Mar Negro, a cientos de kilómetros de cualquier costa, un hidropedal avanza despacio bajo la luna. Sus tripulantes, un hombre y una mujer de mediana edad, pedalean maquinalmente, pese a estar dormidos. La cabeza del hombre descansa vencida hacia atrás. Y su boca se abre hacia el cielo, como si anhelara devorar las estrellas. La cabeza de la mujer cae por el contrario hacia delante y tiene la boca cerrada. Con las ondulaciones del mar, ambas cabezas se tambalean un poco. La de él parece decir que no. La de ella, que sí. Entregados a esta inconsciente discrepancia, surcan la oscuridad. Al amanecer, el lamento de una ballena los despierta abruptamente.
ELLA (desperezándose): Nos hemos dormido.
ÉL: Eso parece.
ELLA (mirando alrededor): ¿Y qué hacemos ahora?
ÉL: No tengo ni idea. Quizá deberíamos seguir pedaleando.
Y eso es justamente lo que hacen: pedalear. Pedalear en silencio. Seguir navegando sin rumbo por las oscuras aguas hasta perderse de vista en el horizonte.

Imagen: Notturno sul mare, de Alberto Renzi

22 comentarios:

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Muy bueno, Hermán. Qué fantasmagórica la imagen de las cabezas sobre ese fondo del Mar Negro.

Carlos Frontera dijo...

Bravo, Herman.
Un relato repleto de simbolismo: la pareja dormida que pedealea maquinalmente en una misma dirección, la pareja que navega el Mar Negro (la elección no es fortuita, ¿verdad?), una cabeza que asiente y la otra que niega, ajenas a su voluntad (¿simplemente por llevarse la contraria?), la incercia de un pedaleo quién sabe a dónde.
Se me escapa la figura de la ballena, volveré a ella con la mente más despejada.
Me encantan estos relatos que admiten dobles lecturas, que esconden una historia detrás de la que en apariencia cuantan. Mis felicitaciones, Herman.

Gemma dijo...

Tus personajes pedalean en vano hacia un horizonte tan negro y perdido como esas aguas oscuras que surcan.

Muy fino, Herman.
Abrazos

Arcángel Mirón dijo...

Herman, realmente me inquietó. Me puso muy nerviosa imaginarlos ahí, en medio de la nada (bueno, agua no es nada, pero...).

Me gustó. Celebro tu regreso.

:)

Javier dijo...

Bueno, he sentido lo vasto del mar y lo inquietante de la incertidumbre y el sinsentido atroz que acompaña este viaje. Te felicito por lo logrado y te invito a mi blog.

Un abrazo,

Filoabpuerto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Filoabpuerto dijo...

Seguir navegando sin rumbo debe de ser agotador, desesperante, desquiciante, desmotivante, desmemoriante....

Esta pareja, cuando llegue al colmo de sus propios "des..." imprimirán una dirección a su pedaleo?

Me ha gustado mucho, Herman


Herman:
El comentario anterior suprimido era mío, tenía un error.

Merce

Raúl dijo...

Eso es el vivir; un viaje inconsciente y algo cansado.
Maravilloso relato, Herman.

Anónimo dijo...

Precioso, Herman. Como dice El viajero solitario, un micro plagado de simbolismo del bueno (esto último lo añado yo).

Besos orgiásticos

Laura Escuela dijo...

Me gustó mucho, Herman, es inquietante al imaginarlo. Muy buena la analogía -si puede llamarse así de algún modo- con la vida de esos dos... y de tantos más.
Me gusta leerte.
un besillo

Javier Puche dijo...

Gracias por tu visita, Antonio. Como ves, no puedo evitar mi querencia por las imágenes fantasmagóricas.

Viajero: Me alegra mucho que te haya gustado mi breve pieza. Y comparto contigo la predilección por aquellos relatos que admiten doble lectura y hasta triple. En este caso, me interesaba jugar con el simbolismo, como bien señalas, y abrir diversos cauces de significación adicional. En cuanto a lo que significa exactamente cada símbolo empleado, te remito a las siguientes palabras de Gonzalo Hidalgo Bayal, extraídas de su formidable blog:
"Los símbolos son eficaces siempre que no exijan ni impongan una interpretación. Más aún: todo símbolo debe permanecer como tal, asentado e inaccesible en su dimensión simbólica. Desmerece si se rebaja a término real, se devalúa, desvanécese y caduca. Y, en sentido contrario, se ha de considerar bueno e incluso conveniente que la ficción pretenda ir más allá de los hechos y la trama. Malo sería, sin embargo, que surgiera y se manifestara sólo en función de ese previo más allá, frontera del infortunio".

Así es, Mega. Esas dos personas gurruminas pedalean en vano hacia un horizonte sumamente oscuro.

Todo un placer inquietarte, Gilda.

Bienvenido, Javier, a este minifundio literario. En breve visitaré tu blog. Gracias por dejar aquí tu huella.

Me temo, amiga Merce, que esta pareja no avistará costa alguna por más que pedaleen. Un saludo afectuoso.

Celebro de veras que te guste, Raúl. Muy atinada tu definición de la vida como "viaje inconsciente y algo cansado".

Viniendo de ti, Ella, que con tanta destreza manejas los símbolos, el elogio tiene un valor incalculable. Lleno estoy de júbilo.

Y a mí me gusta mucho que te guste, Lau. Otro beso.

Juanma dijo...

Me ha sobrecogido.
Realmente bueno y sustancioso este rincón literario que navega por los mares de la red.
Todo un descubrimiento.
Mi aplauso.

¡ Salud !

Elena Casero dijo...

Buen relato, fantasmagórico, como ya ha dicho alguien más.

Un abrazo

Elena dijo...

Inquietante relato, da mucho que pensar. Esa imagen de los dos pedaleando, con las cabezas en posiciones opuestas, en el Mar Negro, es fantasmagórica y atrayente a la vez.

Enhorabuena por otro microrrelato genial, Herman.

Un abrazo

Entrevagones dijo...

Me han entrado unas ganas tremendas de pintar estas palabras... ¿Será esto plagio? No puedo añadir nada a lo que ya se ha dicho. Un saludo.

malditas musas dijo...

Tus símbolos me invitan a navegar mi mar negro. Y ahí voy, dormida, pedalenado lo vital aunque duela.

abrazo (muy interesante)
musa

Javier Puche dijo...

Bienvenido seas, amable Juan. Ese cánido que asoma en la foto parece tener hambre. No lo descuides.

Un abrazo espectral, Elena Casero.

Inquietar y propiciar la reflexión, amiga Elena, quizá sean mis dos propósitos principales al escribir. Por eso me alegran tanto tus palabras, algo hipérbolicas por otra parte. Un saludo afectuoso.

Entrevagones: da rienda suelta a tu pulsión pictórica. Que una creación suscite otra es lo más natural del mundo. De hecho, mi breve pieza es una torpe tentativa de emular a Javier Tomeo.

No te adentres demasiado en el Mar Negro, amiga Musa, que puede haber orcas homicidas. Otro abrazo interesante para ti.

Castigadora dijo...

Lo primero decir que se te echaba de menos!

En lo que respecta tu relato, para mí es una metáfora fascinante de la mayoría de las relaciones. Las diferencias entre sus posturas, la indiferencia por el otro, y el continuar hacia delante aun sin saber a donde vas, por la inercia de las cosas.
Eso fue lo que me transmitió

Besoss

Francisco Ortiz dijo...

Me gusta mucho. Es muy sugerente y encierra muchas imágenes y muchas sensaciones en pocas líneas.

hombredebarro dijo...

Muy intenso, sí señor.

Jordim dijo...

Muy sugerente, sigue en ello..

Anónimo dijo...

Realmente bueno. Felicidades.