Hace tiempo soñé que publicaba mi segundo libro en una editorial
exquisita, especializada en poesía, con prólogo de uno de mis escritores
vivos favoritos. Pero al despertar me dije: cuánto flipas mientras
duermes, eso no sucederá nunca, regresa al mundo de lo posible. Ahora
entiendo que aquel era un sueño premonitorio. Y que debo dormir más.
Pero ya basta de preámbulos (la emoción me vuelve blablablero): con
todos ustedes
Fuerza Menor, mi segundo libro de ficciones. Muy pronto
en las librerías. Mi eterna gratitud a
Isla de Siltolá, por traerlo al
mundo con tanta elegancia. Y a Juan Bonilla, por el formidable prólogo,
que no me canso de releer.
1 comentario:
Si yo fuera un libro, querría ser éste.
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