martes, 12 de junio de 2012

Raíces

Con el último golpe del hacha, el árbol cae pesadamente al suelo. Sin embargo, los pájaros permanecen inmóviles donde antes estuvieron las ramas. Acaso porque sólo son la sombra de aquellos pájaros. Acaso porque la distancia, con su hipnotismo, suele paralizar a los pájaros. O acaso porque la memoria del árbol muere después.

Eugenio Mandrini (del libro Por favor, sea breve 2)

6 comentarios:

malditas musas dijo...

Una micropreciosura, sin duda.

:¬)
Bss

Marcos Callau dijo...

Qué bonito, "la memoria del árbol" Sensacional.

Anónimo dijo...

Es genial
Besos

Narrativa Cuántica dijo...

Me gusta que lo sorprendente -que los pájaros continúen allí- no se discuta, que no se dude de ello; y que se dude sobre los motivos, pero no sobre el hecho en sí.
Y -lo reconozco, soy débil- me gusta el tono poético.

Javier Ximens dijo...

Muy hermoso este relato. Envidia me da. Me gusta ese árbol metafórico: los hombres al partir dejan pájaros y sombras de pájaros en su vida. Seguro que los árboles tienen memoria. Gracias por compartir estas Raíces.

Cortacuentos dijo...

Me quito el sombrero acaso porque me ha gustado mucho, acaso porque es mi primer comentario en este blog y por ende debo ser cortés o simplemente porque mientras esperas que salga un conejo de la chistera aprovechare con la izquierda para llevarme tan valiosa joya.

Enhorabuena por el micro.

Una perta.