lunes, 21 de mayo de 2012

Delitos de Amor

Cupido irrumpió revoloteando en la sala. Llevaba birrete y una volátil toga negra que resaltaba cromáticamente sus alas de marfil. Un pañuelo ancestral le cubría los ojos. No obstante, atravesó de un disparo certero los corazones de la abogada y el fiscal, letrados jóvenes que ese día debutaban como adversarios en el ejercicio de la jurisprudencia. Aquello fue amor a primer litigio. Suspendido en el aire como un colibrí, y apartándose el pañuelo levemente, Cupido contempló con orgullo su obra. Abogada y fiscal, heridos de pasión, ya no discutían sobre derecho civil, sino que intercambiaban besos febriles ante el clamor del público. Tras oficiar in situ la boda, el juez ordenó la detención inmediata de Cupido, quien no cesó de proferir palabrotas mientras dos policías lo esposaban, requisándole las flechas. Hoy cumple condena en una prisión de alta seguridad, acusado de múltiples delitos románticos. Fuera, las parejas languidecen.

Imagen: Roy Lichtenstein (The kiss)

10 comentarios:

Javier Ximens dijo...

Pobre alcahuete. Desde luego este narrador tiene razón dado lo breve que son ahora los matrimonios. Me gustó la entrada en escena, atrapa.

Anónimo dijo...

Genial ese final, y la mezcla de símbolos.
Besillos

Javier Puche dijo...

Ximens, no quiero ni pensar la suerte que correrá el díscolo Cupido en la cárcel.

Esther, pobres parejas, aunque igual Cupido sobraba.

Mita, gracias. Me alegra que te guste. Besos de vuelta.

Esther Cabrales dijo...

Cupido siempre sobra. Procure que cumpla íntegramente su condena. De lo contrario, medio mundo no se hablará con el otro medio. Y eso sería una triste pena.

Kate dijo...

Que no cunda el pánico. Ya tengo un plan trazado para sacar al pobrecillo de la cárcel. No podemos permitir que el amor deje de ser ciego e ilógico. Eso sería el fin del romanticismo. Ya os haré llegar los detalles de mi plan.
Kisses
P.D.: Por cierto, Jes dice que le encanta la imagen que has elegido, es una de su favotitas.

Anónimo dijo...

pobre Cupido, todo se lo achacan a él

Mbopi - juegos gratis dijo...

Jaja..."el amor es un ingrato, que te eleva por un rato" (arjona, que horror)Buen post. un poquitin cursi. sAludos

Cristina dijo...

Alguien pagará la fianza, tenlo claro. Y reincidirá, lo conozco bien y no creo en su reinserción (ni falta que hace;))
Saludos.

Juan Yanes dijo...

Me encanta eso del público aplaudiendo... El amor como arrebato, como condena, como algo por encima de nuestras fuerzas, como enagenación... Ese creo que es el amor que nos gusta: el estado de idiotez transitoria que decía Ortega... creo.

Anita Dinamita dijo...

Jo, qué bueno, te lo dice una jurista!!!
Me gusta lo del "ejercicio de la jurisprudencia"!
Abrazos