Cuando estaba a punto de sacar el cubo, le falló una pierna y cayó al pozo. Mientras caía, le pasó aquello tan conocido de ver de un vistazo toda su vida. Y la encontró lisa, igual y monótona (dicho sea entre nosotros), de manera que se tragó el agua de ahogarse con ejemplar resignación.
Pere Calders
(Traducción de
Juan Yanes)
12 comentarios:
Lo que me desconcierta un poco es ese paréntesis del (dicho sea entre nosotros)... ¿quiénes somos "nosotros"), ¿los que llevamos una vida igual?
Un poco duro, pero a la vez muy real.
Espero pasar más veces por aquí.
Saludos.
Qué bueno. Debe ser espantoso ver que tu vida ha sido tan plana. Un saludo.
Hacer balance ya es un mal planteamiento de partida.
Besos
Sí, desconcierto (como dice Baquero) es lo que provoca ese paréntesis.
Excelente micro, yes. A mí me gustan cuando la cosa se resuelve bestiamente.
Abrazos,
P
Muy bello.
Un claro ejemplo de lo que es un microrrelato.
Está claro que la vida monótona, plana, no tiene sentido, o sí..
Adorando tus micros.. :)
Miguel, ¿y qué me dices del formidable sintagma "el agua de ahogarse?
Señor Casa Encendida, esta es su casa apagada. Regrese cuando guste.
Marcos, para pasar de una vida plana a una vida plena sólo tenemos que cambiar la a por la e. Parece fácil.
Mita, no parece que este desdichado tuviera intención de hacer balance. Las circunstancias le obligaron in extremis. Al menos tuvo una muerte profunda.
Raúl, aquí entre nosotros, ese paréntesis también me inquieta.
Pablo, bestia o sutilmente, esta miniatura lo deja a uno trémulo.
Daniel, un microrrelato ejemplar, yo también lo creo. Leamos a Calders sin dilación.
Sergio, un placer tu visita. Te invito a regresar.
Increíble!!! Qué buena forma de decir tanto en tan poco.
Un abrazo.
¿Como había de pasar sino plana y monótona? ¿Acaso podemos creer que hay algo extraordinario? Muy pocos personajes, se podrían contar con los dedos de una oreja, han vivido algo extraordinario. Siempre es todo igual, el paso de las estaciones, los amores que justifican el fuego perverso de alguna secreción interna, los bienes materiales que se evaporan, la vida que se empequeñece. ¡Bah! ninguna exclusividad, no nos engañemos.
Al final lo que importa es el buen bacalao que nos hayamos comido, el amor filial, algún poema antiguo (pocos), algún momento fugaz de la belleza que pasa y casa nada más.
Salud
Francesc Cornadó
Publicar un comentario