Me hago un autorretrato con cabeza de perro y se lo llevo a mi madre. No le gusta, la mera conjetura de ser madre de un perro la deprime, le ofrezco que se quede con el cuadro y no quiere, le insisto: se pone a llorar.
Cuando vuelvo a mi casa, borro el autorretrato. Pinto un útero.
Al día siguiente borro el útero.
Pinto un sol negro.
Ángel Zapata (del libro Materia oscura)
La Isla de Siltolá
Hace 21 horas
2 comentarios:
Lindo relato.
Muy lindo relato.
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