sábado, 10 de diciembre de 2011

Rezar

Rezar en voz baja. Eso hace el paracaidista desde aquel día. Rezar en voz baja mientras el viento agita con levedad la enorme telaraña donde permanece adherido. Rezar en voz baja sus oraciones. Y no dejarse intimidar por los esqueletos que penden alrededor.

(Texto Finalista del II Concurso de Microrrelatos de Terror ArtGerust).

Imagen: Louise Bourgeois

13 comentarios:

Víctor dijo...

Estuvo bien este micro de terror. Además, creo que el fallo de ese concurso generó algo de polémica. Eso, que el tuyo vale la pena.

David Moreno dijo...

El fallo para mí dejó mucho que desear.
Enhorabuena por la parte que te toca, este micro sí dio algo de miedo, no como otros.

Un saludo indio

Elysa dijo...

Cortito, pero crea mucha inquietud imaginando la escena.

Besitos

Kate dijo...

Me ha gustado mucho, Javi. Posee una fantástica cadencia y crea una imagen muy perturbadora (y en voz muy bajita, susurrando, para que nadie me oiga, te diré que, en mi humilde opinión, es infinitamente mejor que el que ganó...).

AGUS dijo...

Me parece una pieza exquisita. Inquietante, que hace temblar. Y está escrita con una elegancia desaforada.

Abrazos.

Miguel Baquero dijo...

Pues te deseo toda la suerte del mundo. El relato es muy bueno, desde luego.

Maria Coca dijo...

Pues es muy bueno! Merecido premio, sin duda alguna.


Un beso.

Marcos Callau dijo...

Es terrorífico este micro. Angustioso. Enhorabuena.

Javier Puche dijo...

Víctor, un concurso sin polémica resulta inconcebible. Gracias por venir.

No Comments, celebro que esas líneas te hayan inoculado algún temor.

Elysa, le haré llegar a tus palabras al paracaidista.

Kate, siempre tan amable. Gracias por tus alentadores susurros.

Javier Puche dijo...

Agus, lo de elegancia desaforada me ha encandilado. Mil gracias. Me alegra mucho que la pieza te guste.

Miguel, gracias, aunque el fallo ya ha tenido lugar, con cierta polémica, como arriba dicen.

María, Marcos, muchas gracias a los dos y un abrazo grande.

Unknown dijo...

Excelente microcuento. Su final detonante hace que sea mucho más escalofriante.

Leonardo Dolengiewich dijo...

Hola Javier.
Me gusta mucho este texto.
Genera un in crescendo sutil de angustia.
Muy bueno!
De paso, te invito a pasar por mi blog:
mepodesleeraca.blogspot.com
Un abrazo.
Leo

Raúl dijo...

Bueno. Pero que muy bueno, Javier.