domingo, 2 de octubre de 2011

El hombre elefante

Me corté una oreja y salí de casa. En el ascensor coincidí con mi vecino y me preguntó qué había ocurrido. Le dije que fue un accidente, esquiando. El tipo del quiosco también se fijó. A él le expliqué lo del atraco a punta de navaja. Luego, en la cafetería, el camarero insistió. Se me cayó, respondí sin más. Al llegar a la oficina confesé que sufría un tumor maligno. Funcionó. Hasta ella dijo que lo sentía y me besó en la mejilla. Tenía una voz bonita, olía bien y era más guapa aún de cerca. Unos días después todo volvió a ser como antes. Ayer me corté la otra.

Agustín Martínez Valderrama

Imagen: Fotograma de El hombre elefante (David Lynch)

12 comentarios:

Araceli Esteves dijo...

Agustín tan certero como siempre.

Maite dijo...

Recuerdo perfectamente este relato de Agus, es un fenómeno.

Gemma dijo...

Buen micro, sin duda.
un abrazo orejudo

Nicolás Jarque dijo...

Lo que se hace por llamar la atención. Muchas veces las mayores locuras tampoco te aseguran que dejes de ser invisible.
Muy bueno el micro de Agus.

Marcos Callau dijo...

Le encantaría a Van Gogh...

BB dijo...

Cualquier cosa para ser notado...
Besos
BB

Víctor dijo...

Lo había leído ya en su blog, pero me sigue gustando. Las desgracias no siempre son desgracias.

Un abrazo.

Miguel Baquero dijo...

Lo malo es que ya no le quedan más recursos...

Raúl dijo...

Cualquier cosa para ganar, sino el aprecio de los demás, sí al menos la invisibilidad.

Anónimo dijo...

Lo recordaba, es excelente.
Abrazos.

Susana Camps

AGUS dijo...

Javier, gracias por tu generosidad. Y gracias también a los que dejaron su amable comentario.

Abrazos.

Maria Coca dijo...

Qué bueno!!! El final desgarra.