viernes, 16 de abril de 2010

Once consejos para autores de cuentos brevísimos

1. Tomar una o varias porciones de caos (muy pequeñas) y transformarlas en un mínimo universo.
2. Como en las artes marciales en las que se aprovecha la fuerza del adversario, utilizar los conocimientos del lector, que sabe más de lo que cree.
3. Trabajar con la materialidad del texto. Por ejemplo, en el brevísimo "Huyamos, los cazadores de letras están aq...".
4. Azotar las palabras hasta conseguir que se agrupen en un rebaño ordenado. Tener el corral preparado de antemano.
5. Tejer lo fantástico y lo cotidiano en una sola trama. O no. Cortar lo que sobra.
6. Tallar la primera versión como una piedra en bruto, hasta obtener un diamante facetado. Si no es posible librarse incluso de la más mínima imperfección, tirar la piedra a la basura, sin piedad.
7. Si se ha conseguido atraparlo, es que está mal. Un buen cuento brevísimo resulta tan inasible y resbaladizo como cualquier pez o cualquier buen texto literario.
8. A veces no hace falta inventarlos, basta con descubrirlos, incrustados en otros textos, brillando.
9. Prueba de calidad: cuando es realmente bueno, muerde.
10. Ser breve. Y, preferiblemente, también genial.
11. Si se trata de proponer consejos, instrucciones o reflexiones sobre el oficio, que nunca sean diez.

Ana María Shua

22 comentarios:

Marcos Callau dijo...

El wque más me ha gustado es el último consejo...jejeje
No, en serio, la verdad es que son buenos consejos a tener en cuenta para el relato breve... especialidad al que soy muy aficionado.

Isabel González González dijo...

Doña Shua. Maestra hasta en aconsejar. Me encanta el número cuatro. Debe de ser por mi procedencia rural. Gracias por tus palabras, Javier.

Gemma dijo...

Me quedo con el consejo número 7: "Si se ha conseguido atraparlo, es que está mal. Un buen cuento brevísimo resulta tan inasible y resbaladizo como cualquier pez o cualquier buen texto literario".

De hecho, los micros de Ana María Shua cumplen a rajatabla dicha premisa. Así, el equívoco, la ambigüedad o, sencillamente, la polisemia resultan rasgos frecuentes en buena parte de sus piezas.
Un abrazo, Javier

Pedro Peinado dijo...

Mis preferidos, el 7 y el 5.
Leí por primera vez este decálogo en "Ciempiés. Los microrrelatos de Quimera." Editado por Neus Rotger y Fernando Valls. (Curiosamente allí no hay consejo 11). Cada autor de los antologados hacía una pequeña poética en torno al género. Debe de tener unos cinco años y es uno de mis tesoros microlibrescos.

Sinuosa dijo...

Muy buenos consejos. Tomo nota.
Gracias.

David Moreno dijo...

Tomo nota de los consejos, nunca vienen mal.

Un saludo indio

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Más que uno, me gusta el conjunto: las imágenes y el sentido del humor. Pero si me pides un consejo que destaque, quizás te diría el cuatro: la imagen vaquera.

Isabel Mª dijo...

La seis representa el trabajo de pulir, para mí muy interesante.

Saludos

Miguel Baquero dijo...

Admio mucho a na María Shua y su consejo de tirar sin piedad me parece acertadísimo

Javier Puche dijo...

Marcos, espero que te resulte útil este maravilloso endecálogo.

Isabel, también me divierte imaginar que las palabras son díscolos animalitos de granja. O bien mascotas indóciles. Gracias por visitarme.

Gemma, concidimos. El siete es el consejo que más me gusta. Un buen microrrelato nunca se deja prender. Los de Ana María Shua constituyen un ejemplo excelente.

Pedro, gracias por la referencia. Intentaré conseguir el libro que mencionas. Me pica la curiosidad.

Javier Puche dijo...

Sinuosa, me alegra que te gusten. Los descubrí hace poco en una de mis excursiones por la jungla virtual.

Señor No Comments, ¿es usted un piel roja auténtico?

Antonio, donde tú ves vacas yo veo cabras. No olvidemos que éstas se encabritan. Aquéllas, sin embargo, son mansas. Y las palabras nunca lo son, por más que alguna vez finjan serlo malévolamente. Un abrazo.

Isabel, pulir es la clave. Deberíamos pasarnos la vida entera puliendo, como en la película Kárate Kid ("dar cera, pulir cera"). Pulir hasta alcanzar el Pulitzer.

Miguel, tirar sin piedad. No hay consejo mejor. Un abrazo.

Manu Espada dijo...

Me encanta la prueba de calidad del 9, los buenos micros muerden.

Raúl dijo...

Gracias Doctor. Sonrío.

Anonima Mente dijo...

El mejor consejo es la prueba de calidad:
cuando es realmente bueno, muerde.
Me ha encantado, habrá que descubrir a los microrrelatistas por las mordeduras de sus cachorros los microrrelatos.
Un saludo

Anónimo dijo...

Ya puestos me quedo con el 6 que me parece que contiene a todos los demás aunque no sea el último consejo. Lo de tirar a la basura sin piedad,¡ay!¡cómo lo comprendo y lo sufro!,y es que se encariña una hasta con las criaturas imperfectas.

Saludo

R.A.

Anónimo dijo...

ai.. si funcionaran unas cuantas reglas para escribir.. Aunque supongo que unos consejos no vienen mal..

Castigadora dijo...

Ya tenemos la guia, ahora solo falta el talento, no?

Un saludo

Gilda dijo...

Enormes ambos, Ana María (hoy cumple años) y vos.
Enormes y breves.

Maria Coca dijo...

Muy ilustrativos éstos consejos. Si, hay que hacerle caso a esta maestra de brevedades.

Besos

Jesús Ortega dijo...

Hola, Javier.

Muy bien ese decálogo + 1. Lo guardaré en mi saco de decálogos.

Abrazos,
Jesús

Fernando Sánchez Ortiz. dijo...

Fíjate que yo, que no soy nada amigo de estos decálogos, he encontrado en este un tesoro.

Saludos.

malditas musas dijo...

Muy microadecuados, sí señor.

Bss,
musa