domingo, 8 de junio de 2008

Cuento de horror



La mujer que amé se ha convertido en fantasma.
Yo soy el lugar de las apariciones.

Juan José Arreola

Imagen: Juan José Arreola

25 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

Qué breve cita, y que inmenso su significado.

Nuestro querido y admirado Juan José Arreola. Fue mi maestro en la UNAM ¡imagínate el privilegio que tuvimos! Siempre alegre, siempre animoso, sumamente educado, con las mujeres era encantador, y un excelente escritor.

Qué bien recordarlo...

Carlos Frontera dijo...

Ahí me has dado, Herman. Este microrrelato de Arreola es uno de mis favoritos.
Me parece sencillamente genial. Cómo se puede contar tanto con tan poco.

(Magda, qué tremendo privilegio tenerlo de maestro).

Un saludo, Herman.

Carlos Frontera dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos Frontera dijo...

Tu entrada me ha servido de disparador para un modesto homenaje a tan grande autor. Te lo he dejado en mi blog.
Un abrazo.

Raúl dijo...

Sintético.
Buen blog.

Anónimo dijo...

El autor ha eliminado esta salida.

Larrey dijo...

no lo voy a negar, me jode que la gente escriba tan bien...

Enrique Páez dijo...

Menos es más. O mucho más.

Arcángel Mirón dijo...

Mezcla horror y amor. Muy pocos lo logran.

(Apuesto a que vos también podés).

Apapacho, Herman.

:)

Javier Puche dijo...

Me dejas petrificado, amiga Magda. Qué privilegio el tuyo. Supongo que con semejante profesor resultaba imposible faltar a clase. Cuánto te envidio.

Tú lo has dicho, Viajero, sencillamente genial. O genialmente sencillo. Me alegra haber hecho diana. Un abrazo.

Bienvenido, escueto Raúl.

A mí, sin embargo, me alegra que la gente escriba tan bien, Larrey. Nunca siento malestar ante la excelencia ajena, sino admiración. En este caso rotunda.

Suscribo tus palabras, Enrique. Menos es más. Los profesores de matemáticas se equivocan.

Con frecuencia, el amor y el horror van cogidos de la mano.
Gracias, Gilda, por tu amable presunción. Otro apapacho para ti.

Manu Espada dijo...

Estoy leyendo una antología de hiperbreves de páginas de Espuma y este relato me fascinó.

Larrey dijo...

tienes razón, porque en realidad lo que quería decir es que me jode no escribir tan bien también...

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Excelente. Una perla. ¿Qué mas decir? Saludos, Herman.

Humanoide dijo...

A las cosas mismas

Elena dijo...

No conocía este microrrelato, y me ha dejado con la boca abierta. ¿Cómo se puede decir tanto con tan pocas palabras? No dejo de asombrarme ante la maestría de personas que son capaces de escribir algo así. Gracias por traer esta joyita a tu blog.

Un saludo

Administrador dijo...

es mi favorito, me dan ganas de hacerme una camiseta con este cuento. Gracias por recordarlo y por visitarme. Patro.

malditas musas dijo...

Qué maravilla.
Hace tiempo me despierto con gusto a fantasma y no sé por qué. Ahoar entiendo todo.

besos desmedidos
musa

Lorena dijo...

Me encantan los microrelatos, este es fantástico!Gracias por descubrirmelo! Un besazo

Gemma dijo...

Qué suerte tuvo Magda al tenerlo como profesor...

Inmenso.

Gemma dijo...

Acabo de darme cuenta de que el texto ya no es de Arreola, sino tuyo. el de Arreola dice así:

"La mujer que amé se ha convertido en fantasma.
Yo soy el lugar de SUS apariciones".

¿Recreación u olvido...?
Un abrazo

Javier Puche dijo...

Ni recreación ni olvido, querida Mega. Líbrenme los dioses de enmendarle al maestro una sola sílaba. Ocurre sencillamente que, en ausencia del texto original, y siendo consciente de que circulan dos versiones del cuento de Arreola (una con "sus" y otra con "las" en la segunda frase), me acogí al modo en que lo cita el insigne profesor e investigador Lauro Zavala en uno de sus artículos(www.uam.mx/difusion/revista/feb2003/zavala.html).
Es decir, de momento, sigo creyendo que el texto original fue escrito con "las". Pero estoy dispuesto a rectificar ipso facto si me ofreces una prueba contundente en favor del "sus". Según Zavala, el texto que nos ocupa forma parte de la serie "Doxografías", perteneciente, según creo, al volumen "Palindroma". En este momento, me encantaría tener delante dicho volumen. ¿Lo tienes tú por casualidad? Sería el modo perfecto de zanjar esta amable discusión filológica.
Un abrazo

Gemma dijo...

Pues llevas razón, estimado Herman. Trasteando por Internet he podido encontrar ambas versiones:

1. Sus "Doxografías", incluidas en Palindroma y dedicadas a Octavio Paz están entre lo mejor de su inquietante poesía aforística, como en estas dos líneas: "Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte", o estas otras de lo que él denomina, irónicamente, un cuento de horror: "La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones." Jornada Semanal, n.º 356, UNAM, diciembre del 2001.

2. Cuento de horror

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.

FIN

Un abrazo grande

Gemma dijo...

Fuente para la 2.ª versión: La casa de Jarjacha...
(En rigor, he encontrado más entradas con LAS que con SUS).

Mea Culpa.

Javier Puche dijo...

Es cierto, Mega. Por Internet circulan ambas versiones. Pero parece que las fuentes de mayor autoridad recogen el cuento tal y como aquí figura. Y debo añadir que me complace, porque se da la circunstancia de que el "las" me resulta más sofisticado que el "sus", ignoro si por una cuestión de sonoridad o de mero capricho. De cualquier modo, celebro que hayas propiciado tan grata disquisición filológica. Otro abrazo.

¿Acaso eres, Humanoide, una suerte de oráculo virtual que no cesa de plantearnos enrevesados enigmas cuya solución se nos escapa como arena entre los dedos?

Yo tampoco dejo de asombrarme, Elena, ante el fulgor poético que alcanza Arreola en dos escuetas líneas. Comparto tu deslumbramiento.

No es mala idea lo de las camisetas, Pat Rizia. Gracias por visitarme.

¿Cuál es el título de esa antología que mencionas, Manu?

Veo, amiga Musa, que tu fotografía va adquiriendo cualidades espectrales. ¿Debo asustarme?
Besos cautelosos.

Bienvenida, Lorena, a este incierto ámbito.

Humanoide dijo...

Repito lo que escucho por ahí, y me doy aires...