jueves, 29 de mayo de 2008

Tenemos que hablar



–Tenemos que hablar.
Eso dijo ella con pesadumbre. Algo aturdido, me senté en el sofá donde solíamos ignorarnos. Pero esta vez no encendimos la tele. Apenas recuerdo lo que finalmente hablamos (mi memoria tiende a suprimir las catástrofes). El caso es que ahora vivo lejos de ella, en las afueras, entregado a una existencia gélida y crepuscular. Fantasmagórica, para ser exactos.
Al principio, achaqué mis visiones nocturnas a la añoranza (no en vano, aquellas fugaces mujeres del pasillo parecían vestir como ella). Luego, a la vertiginosa desnutrición (únicamente me alimentaba de pan seco y agua corriente). Por último, comprendí con pavor que los fantasmas no procedían de mi tristeza, sino del más allá. Lo supe por el modo en que me abrazaban. Eran almas en pena, dolientes criaturas sin tiempo, espectros quejumbrosos que paulatinamente invadían mi nueva casa en las afueras. Lo peor del asunto (y por eso estoy bajo la cama) es que ahora hay veinte o treinta reunidos en el salón, esperándome en absoluto silencio. Pude verlos hace un rato, justo antes de huir despavorido, cuando el señor del sombrero me cogió del brazo y me dijo con voz de ultratumba:
–Tenemos que hablar.

33 comentarios:

Gemma dijo...

Brillante, Herman.

Un abrazo

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Muy bueno. Has conseguido convertir en algo inquietante una frase en principio anodina: "Tenemos que hablar". ¿Centro de salud mental?

Anónimo dijo...

Magnífico.

hombredebarro dijo...

me ha gustado y el título y el cierre me parecen muy buenos.

Viridis dijo...

¡Fantástico¡ ¿Acaso el protagonista está muerto y no asume que ha pasado a formar parte del mundo de los espectros? ¿Por eso tienen que hablar con él?.
"..invadían mi nueva casa en las afueras" = ¿el cementerio? No sé si me ha provocado mayor inquietud el texto o la imagen que lo acompaña.
Es una mezcla explosiva de Conan Doyle, Poe y Lovecraft.
Besos (pero no de ultratumba).

Arcángel Mirón dijo...

Excelente, Herman. Fabuloso.

Enrique Páez dijo...

Muy bueno. Felicidades.

Anónimo dijo...

Conciso y a la vez lleno de imágenes. Muy bien logrado.

Carlos Frontera dijo...

Dos cosas destacaría:

1)La concisión: con las tres primeras frases, breves, ya se conoce lo que ocurre, es posible incluso reconstruir la historia de los dos.

2)La sencillez: la transición de lo cotidiano a la fantástico se produce con absuluta normalidad, uno va leyendo el relato y no nota ningún cambio, aunque sabe que se ha producido. Esta "aparente" sencillez me parece una de las cosas más complicadas de lograr a la hora de escribir.

Y si encima rematas la historia como lo haces, a uno no lo queda otra cosa que hacer más que lamentar no tener un sombrero a mano, para quitárselo ante el cuento.

Un abrazo.

Recaredo Veredas dijo...

Brillante relato circular. Saludos.

malditas musas dijo...

Texto impecable. Estoy debajo de esa cama... Lo que pueden hacer las palabras, no en vano cientos de parejas se ignoran: da miedo escucharse en el otro así, tan mísero y solo.

besos reflexivos,
musa

Larrey dijo...

Soy uno de los que espera, y ya nos estamos cansando...

Javier Puche dijo...

Queridos huéspedes: sois todos muy amables. E insisto, no os merezco.

"Tenemos que hablar", amigo Antonio, es una frase que casi nunca preludia nada bueno, máxime cuando su destinatario soy yo.
Añadiré que no había previsto tu lectura del centro psiquiátrico, pero si crees que el texto la admite, bienvenida sea.

Mi gratitud, Hombre de barro. El cuento iba agazapado en el título.

Que yo sepa, dilecta Viridis, el protagonista no está muerto. Pero si quieres hacer esa lectura, no seré yo quien te lo impida. Cuánto me alegra que te haya gustado.

Bienvenida, Lucy. Espero que regreses.

Amigo Viajero, tus gentiles palabras me alborozan. No tiene precio complacer a lectores de tu alcurnia. Un abrazo.

Gracias, Mega, Anónimo, Arcángel, Enrique, Recaredo, Musa, Larrey, de corazón. Y ojo con los fantasmas.

Humanoide dijo...

Todo eso mismo y un comentario que no aporta nada... el mío.

Anónimo dijo...

¿Y La Vieja?
Di, Humanoide.

Elena dijo...

Me encantan tus relatos, Herman. Hacía mucho tiempo que no leía nada parecido. ¿Tienes publicado algo o has pensado en hacerlo?

Un saludo

Javier Puche dijo...

Y a mí me encantan tus reseñas, Elena. Mediante ellas, como bien sabes, descubrí a Murakami.
En cuanto a tu pregunta, diré que publicar no me obsesiona. Sí, en cambio, leer y escribir (por ese orden). Reconozco, pese a todo, que publicar es un buen procedimiento para dar un texto por zanjado. También una manera de averiguar si puede uno comunicarse con el exterior.
Próximamente, saldrán a la luz dos antologías de relato breve donde tengo el honor de participar.
Cuando se materialicen del todo, referiré los pormenores en este blog. Agradezco mucho tu interés.

Anónimo dijo...

HOLA.

TENEMOS

QUE

HABLAR.

Manu Espada dijo...

Muy bueno. Siempre he dicho que odio esa frase, la de "tenemos que hablar". Siempre presagia algo jodido.

Eli dijo...

Menudos fantasmas!!!
Espero que solo quieran agradecerte tu hospitalidad.

Luna Carmesi dijo...

"Tenemos que hablar".

¿Cuantas historias se pueden escribir con esta frase?

Fantastico relato!!
:-)

Javier Puche dijo...

Tenemos que hablar, Ruina. Muy seriamente.

Estoy contigo, Manu. Esa frase deberían prohibirla.

Me temo que los fantasmas albergan intenciones oscuras, Eli.

Es cierto, Luna. La frasecita da para mucho.

Gracias a todos por visitarme, una vez más.

Francisco Ortiz dijo...

Ingenioso y levemente cruel. Me gustó.

AmetS dijo...

Nose como he llegado a ti pero espero no separarme.

Increible flog... hasta me das miedo, pero tanta curiosidad....
(espero que no haya gatos por aqui)...

Encantada.

Camilo dijo...

Y yo que antes le temía a: "tenemos que hablar". Que estúpido!
Bien condimentado con un toque de crueldad.
Saludos!

Castigadora dijo...

Muy inquietante! Pero genial. Realmente esa frase, nunca trae nada bueno!

Me encantó volver por aquí después de este tiempo, tus relatos me refrescan la ilusión de escribir, gracias por eso.

Un beso

María Jesús dijo...

Tenemos que hablar!...Me gusta, yo también escribo (novela gótica)Un abrazo.

Javier Puche dijo...

Sacaré mi falso matasuegras para celebrar la visita de nuevos huéspedes. Amets, Camilo y María Jesús: bienvenidos a este incierto ámbito.

Francisco y Castigadora: vuestra amabilidad me protege del frío.

Fernando Valls dijo...

Está muy bien. Cristina Cerrada, en su libro `Compañía´ (Lengua de Trapo), recoge una variante curiosa, con la frase "creo que lo nuestro no tiene futuro".
Saludos

Javier Puche dijo...

Has despertado mi curiosidad, Fernando. Me haré raudo con el libro que mencionas. La frase "creo que lo nuestro no tiene futuro" podría figurar junto a "tenemos que hablar" en cualquier antología de frases terroríficas. Gracias por la visita y el comentario.

English Little Pills dijo...

Tanto tiempo sin pasar por aquí y me doy de narices con este pedazo de texto. Me ha encantado, absolutamente genial.

Un gustazo leerte de nuevo.

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Y después de todos los comentarios, no soy demasiado original, pero es que... me ha encantado.

Anónimo dijo...

Me ha recordado a Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Ahora sí he sido un poco más original...