A Currito
Pese a que no tengo alas de poderosas remeras verdes ribeteadas de rojo, mi loro entiende las sílabas de mi mirada. Pese a que él es loro, casi un arcángel tropical, y yo un hombre como todos los hombres con una leyenda inconveniente que mezcla al lobo en el asunto, nos entendemos perfectamente. Ni él ni yo volamos; a los dos nos emociona Mozart.
Siente mi loro vértigo en las alturas y teme que alguna vez mi inconstancia de hombre le abandone por otra ave. Abro entonces las banderas que empavesan los buques con el abecedario del mar, e intento explicarle que eso es imposible.
Rafael Pérez Estrada
Imagen: Rafael Pérez Estrada y Currito
Pese a que no tengo alas de poderosas remeras verdes ribeteadas de rojo, mi loro entiende las sílabas de mi mirada. Pese a que él es loro, casi un arcángel tropical, y yo un hombre como todos los hombres con una leyenda inconveniente que mezcla al lobo en el asunto, nos entendemos perfectamente. Ni él ni yo volamos; a los dos nos emociona Mozart.
Siente mi loro vértigo en las alturas y teme que alguna vez mi inconstancia de hombre le abandone por otra ave. Abro entonces las banderas que empavesan los buques con el abecedario del mar, e intento explicarle que eso es imposible.
Rafael Pérez Estrada
Imagen: Rafael Pérez Estrada y Currito
15 comentarios:
Ojalá esta entrada, que afectuosamente dedico a La Vieja y a Moka, sirva para que muchos de vosotros descubráis la genialidad de Rafael Pérez Estrada, maestro de brevedades.
Gracias por tu gentileza. Desde luego, esta brevedad es magistral.
Por algún motivo que ahora mismo escapa a mi entendimiento el servidor de blogspot no me permite iniciar mi cuenta.
Me veo obligado a clausurar temporalmente este humilde blog hasta que consiga una nueva dirección. La puerta falsa se cierra y con ella toda una bella etapa de mi labor literaria.
Os estoy inmensamnete agradecido a todos por haber pasado por mi humilde bitácora y espero que algún día podamos cruzar de nuevo nuestros caminos en el ciber espacio.
Un abrazo, Herman.
Me conmueve el ingenio crepuscular de algunos trolls. Una pena que el anterior, en su esforzada tentativa, no haya logrado imitar eficazmente mi prosa.
Un abrazo, falso Herman.
Comprendo a este señor, tengo un perro al que adoro. No es loro, pero tampoco vuela.
El loro de Pérez Estrada no volaba. Pero me pregunto si podía hablar. Quizá le dictara algún aforismo a su dueño.
Gracias por visitarme, Gilda.
Hernan, veo que compartimos pasiones literarias y plásticas. Edward Hopper es quizás mi pintor favorito. Gracias por pasar por Invantario y por incluirme en tus recomendados, yo haré lo mismo con tu blog.
Siempre es grato descubrir nuevos autores. Se agradece que nos acerques a este autor.
pd.- veo que también andas pasando una temporada con fantasmas, ¿qué tal la compañía?
Un saludo.
Feliz coincidencia la de Hopper. Sus cuadros lindan con la poesía.
Bienvenida a este espacio, Lauren.
Gracias a ti, Viajero, por recomendarme en su momento a Ana María Shua. Excelente narradora. Estoy gozando de una perversa distracción en compañía de sus fantasmas.
Herman + Herman:
Me gusta la nostalgia del que no ha volado jamás, porque no le queda más que soñar con el viento a su manera.
Espero que resuelva su conflicto de doble personalidad, en mi caso es más difícil porque es triple :) así que ya no aspiro a ello.
Un abrazo (vaya susto que me ha dado con lo del cierre del blog)
beso
;)
musa
No te preocupes, Musa. El blog seguirá con vida. Al menos de momento. Qué suerte tener sólo 3 personalidades.
Un abrazo
El perro que me tiene por persona considera que debemos invertir nuestro tiempo en buscar una pelota, rascar su panza y tumbarse a mis pies; seguro que le encantaría que nos oliéramos los culos y ambos girásemos sobre nosotros mismos persiguiendo cada uno su rabo. Muchos amigos en el fondo me piden lo mismo, pero al contrario que Perro, jamás volverían si los desconcierto con una mala tarde.
Salud, Anónimo. Me pregunto si eres el mismo sujeto con afán de usurpación que intervino más arriba. En cualquier caso, tus disquisiciones caninas me sumen en el desconcierto.
Hola, buenas tardes.
He ido a la cocina a hacerme un brebaje para combatir la ruina y fíjate por donde que ahora me encuentro aquí. Es que Moka no cierra nunca las puertas, ni las falsas ni las otras.
Este blog azul tiene cuadros amarillos, loros neuróticos, diablo agazapados y niños endemoniados.
Pero aquí los ojos se relajan y miran al infinito.
¿Alguien sabe cómo se sale?
¿Por allí? ah, gracias...
(Éste me está timando...qué aspecto más raro tiene el jodío...)
No soy el mismo anónimo que el primero, pero sí que el segundo. Los anónimos somos legión.
La perorata perruna venía a colación de lo que supongo que el lúcido Pérez Estrada cavilará con respecto a su loro (aunque desconozco a qué caprichos te somete un ave de compañía).
Lamento haberte desconcertado.
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