-Por favor, sea breve -dijo en sueños la bella durmiente con voz rota. A su lado, el príncipe azul ordenaba meticulosamente (atendiendo a criterios de tamaño, textura y efectividad), la sofisticada colección de artilugios sexuales que iba sacando sin prisa, uno tras otro, del crucial maletín que todas las versiones del cuento omiten.
Imagen: Roy Lichtenstein (Sleeping Girl)
2 comentarios:
Vaya¡¡¡ Esta versión me gusta más que la clásica.
Besos
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