Grand Canyon (Colorado) |
Javier Puche (Malaga, 1974) suele moverse entre el absurdo, el género fantástico y la evocación poética. Dueño de una prosa pulida, gusta de recrear paisajes y situaciones de ensueño, de fuerte contenido melancólico. A la manera de Javier Tomeo, a quien va dedicado el primer texto, “La incertidumbre” muestra a una pareja navegando en un hidropedal, con el que avanzan a ciegas, probablemente hacia ninguna parte. Es, pues, una pieza entre onírica y surrealista, con ecos de Beckett y del citado Tomeo. “Tenemos que hablar" es una pieza de terror que remeda, desde el mismo título, una frase hecha erigiéndose en señal del distanciamiento progresivo de una pareja, que termina por separarse, situación que lo empuja a vivir primero en las afueras, llevando una existencia fantasmal, y poco después a refugiarse bajo la cama. No en vano, el narrador protagonista intuye que su nueva vivienda esta siendo ocupada (como en “Casa tomada” de Cortázar) por una multitud de seres espectrales, de quienes sospecha que desean llevárselo consigo. “El inmortal” tal vez sea, de entre sus piezas, la mas cercana al escritor malagueno Rafael Pérez Estrada, por su poesía y tristeza. Tambien por su lucidez al mostrar crudamente la naturaleza de la condicion humana. Un inmortal es estudiado por los cientificos como una rata de laboratorio y luego encerrado en un zoo, donde es torturado por “hordas de visitantes” que intentan desvelar el secreto de su eternidad.
4 comentarios:
Enhorabuena Javier! A celebrarlo!
Enhorabuena, Javier. Es una gran noticia. Los tres textos son magníficos, pero yo siento debilidad por "Tenemos que Hablar". Me conmueve profundamente.
Un beso muy fuerte.
Enhorabuena, por esta participación y por tus microrelatos. Los tres textos son fabulosos, pero " El inmortal" es mi preferido.
Maldito.
Son inconfundiblemente tuyos.
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